El pasado 30 de octubre, Madrid acogió una mesa redonda tan emocionante como inspiradora con motivo del estreno del corto-documental El último vuelo del tándem. Con el humorista y ciclista entusiasta Leo Harlem como maestro de ceremonias, el encuentro se convirtió en un homenaje a la bicicleta como herramienta de inclusión, salud y comunidad.
En la mesa participaron referentes del deporte y la cultura ciclista como Begoña Luis Pérez, seleccionadora nacional de ciclismo paralímpico; la atleta Iraide Rodríguez, que compite en esquí y ciclismo adaptado; y Sol Otero, responsable de Ciclos Otero y psicóloga, que reivindicó el valor terapéutico y social de pedalear. Junto a ellas, dos protagonistas del documental, Jaime López-Fando y Susana Pagés, compartieron historias reales de superación y ternura.
El corto narra la historia de un viejo tándem que, justo antes de ser desechado como un trasto viejo, descubre su verdadero sentido en la Escuela IDEO, donde la bicicleta forma parte del aprendizaje desde infantil hasta bachillerato. Allí, este tándem permite que niños con diversidad funcional pedaleen junto a sus compañeros, demostrando que —como recordó Harlem— “solo se llega más rápido, pero acompañado se llega más lejos”.
Las intervenciones subrayaron que la bicicleta no solo promueve la movilidad sostenible, sino también autonomía, igualdad y salud mental. Luis Pérez reivindicó el derecho de todos los niños “a sentir el viento en la cara”, mientras que Rodríguez denunció la falta de accesibilidad y apoyos económicos para el ciclismo adaptado.
Otero, por su parte, defendió la bici como símbolo de cambio social y terapia colectiva: “proporciona movilidad, autonomía y bienestar, no solo al individuo, sino a su entorno”. En definitiva, El último vuelo del tándem nos recuerda que la bicicleta no es solo un medio de transporte, sino una escuela de vida, compañerismo y empatía. Una metáfora en movimiento de lo que puede lograrse cuando se pedalea juntos.



 













