Domingo, 07 de Septiembre de 2025 |

La Columna vertebral y la bicicleta

Una relación de amor - odio

Dr. Kepa Lizarraga Martes, 11 de Febrero de 2025

 

Para los seres humanos, ponernos en pie, hace miles y miles de años, supuso un gran salto evolutivo.
Conseguimos ver desde más lejos a nuestros depredadores, descubrirlos antes en las praderas y, sobre todo, liberamos las manos y los brazos de tener que apoyarse en el suelo para movernos, lo que nos permitió compensar la carencia de garras y colmillos mediante armas y herramientas que manejaríamos con las manos.
Pero ponernos en pie obligó a rectificar algunas de las curvaturas naturales de nuestra columna vertebral, diseñada originariamente para andar a cuatro patas, y todavía es el momento en que un alto porcentaje de personas sufriremos a lo largo de nuestra vida alguna dolencia en esa móvil estructura.

 

Con frecuencia utilizamos el término “bicicleta” en singular, cuando la calle nos muestra que son muchos, y muy distintos, los modelos y formas de usar esta preciosa máquina.
Algunos de ellos nos permiten mantener una postura erguida, muy respetuosa con las curvas naturales de la columna, pero en otras ocasiones debemos sacrificar su comodidad, e incluso su salud, en aras del rendimiento físico.


Hay bicicletas en las que la altura del manillar respecto al suelo es sustancialmente superior a la del sillín, lo que nos permite mantener una posición erguida del cuerpo, en general, bien tolerada por la columna vertebral.
Si nos vamos al extremo opuesto, en las máquinas de contrarreloj el manillar puede estar situado más de 10 cm bajo la altura del sillín, forzando al cuerpo a una posición en extremo tumbada. Óptima para la aerodinámica, pero que fuerza varias de las curvas naturales de la columna.


En estos casos, la región lumbar, obligada a una flexión forzada hacía delante, y la cervical, que para poder ver la ruta tiene que realizar una hiperextensión hacía atrás igualmente excesiva, son quienes más sufren.
Otra circunstancia que pone en riesgo la salud de la columna es la de utilizar cuadros y potencias de manillar excesivamente cortos para nuestra talla corporal.


En tales situaciones es la región torácica la que puede salir mal parada, puesto que se ve forzada a realizar una flexión demasiado marcada, que se aprecia por la aparición de una “chepa” dorsal.

 

¿QUÉ ASPECTOS DE LA BICICLETA INFLUYEN EN LA SALUD DE NUESTRA COLUMNA VERTEBRAL?

1_La talla del cuadro.
2_La longitud de la potencia del manillar.
3_La altura del sillín respecto al suelo.
4_La posición del sillín respecto a la horizontal.
5_La posición del sillín respecto al eje pedalier.
6_La altura del manillar respecto al sillín.
7_La rotación del manillar respecto a su eje longitudinal.
8_La rigidez del cuadro.
9_La ausencia de amortiguación en ambos ejes.
10_La rigidez de las llantas.
11_El montaje de los radios.
12_El balón y la presión de inflado de las ruedas.

 

Algunos factores pueden extrañarnos, pero las investigaciones demuestran su importancia.
Por ejemplo: la presión de inflado de las ruedas.
Al circular sobre algunos baches con ruedas hinchadas a 1,5 Bar de presión y rodando a tan solo 10 Km/h, el espacio entre la cuarta y la quinta vértebras lumbares sufría movimientos de hasta 0,46 mm, pero si aumentábamos la presión a 3,5 Bar y la velocidad a 30 Km/h, ese espacio llegaba a tener movimientos de hasta 1,23 mm.
Esas cifras pueden parecernos pequeñas, pero tienen suficiente amplitud para producir compresiones en las raíces nerviosas que salen a ambos lados desde la unión de las vértebras L4 y L5, lo que daría lugar a lumbalgias o ciatálgias.

 

[Img #5215]

 

Además, en posiciones de flexión de la columna hacia delante, los discos elásticos intervertebrales (esos que suelen sufrir las “hernias de disco”), en lugar de soportar la presión repartida por todo su volumen, lo que sería adecuado, experimentan fuertes cargas en su parte anterior, y muy leves en la posterior, lo que puede ocasionar su lesión.
En un estudio se muestra que el disco intervertebral L4-L5 de una persona de 73 Kg de peso corporal flexionada tenía que soportar unos 530 N en la parte anterior y muchísimo menos en la posterior, favoreciendo su deformación o lesión.
Sin embargo, rodar pedaleando en posiciones adecuadas, en las que la columna vertebral realiza un movimiento armónico, como de “lomo de delfín”, resulta muy positivo para la salud de los discos intervertebrales ya que las compresiones y relajaciones, sin flexión excesiva, hidratan dichos discos.


Tal como hemos mostrado, si tu espalda es delicada resulta totalmente recomendable acudir a personas expertas en biomecánica para adaptar las medidas y piezas de la bicicleta a nuestras necesidades.
 

Quizás también te interese...

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.