Sábado, 06 de Septiembre de 2025 |

Lea Artibai & Busturialdea

Texto: Javier Sánchez-Beaskoetxea Fotos: José Miguel Llano y Javier Sánchez-Beaskoetxea Viernes, 27 de Septiembre de 2024

En este número de Andar en bici os sugerimos una preciosa ruta por la costa este de Bizkaia que también nos conduce a rincones singulares del interior de este territorio, como son la Colegiata de Zenarruza, en Bolibar, y la ermita de San Miguel de Arretxinaga, en Markina.
Serán algo más de 90 km por carreteras de las comarcas de Busturialdea y de Lea-Artibai en los que visitaremos algunos de los arenales más populares y hermosos de la costa vasca en un recorrido circular con una dureza media, sin grandes puertos. Eso sí, la primera parte del recorrido presenta multitud de subidas, algunas de algo más de un kilómetro. La más dura será la subida desde el puerto de Elantxobe, si nos hemos decidido a bajar a verlo.

 

Reserva de la Biosfera

 

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Salimos de Gernika, villa de la que ya hablamos en un número anterior de la revista, por lo que no repetiremos la importancia histórica y sentimental de este pueblo para todos los vascos, no solo para la vizcainos.


Tomamos como punto de inicio el barrio de Renteria, donde hay una zona de aparcamiento que nos facilita la logística. En la entrada del barrio se encuentra el Crucero de Renteria, que recuerda la sangrienta batalla que allí tuvo lugar, en 1468, entre los Muxika y los Arteaga.


Como curiosidad para los amantes de subir puertos de montaña en bici, desde aquí se inicia una larga subida hasta el Balcón de Bizkaia que empalma con una durísima ascensión final al Monte Oiz en la que acabó una etapa de la Vuelta a España de 2018. Pues bien. Toda esta ascensión desde Gernika al Oiz es la única de la Comunidad Autónoma del País Vasco en superar los 1 000 m de desnivel acumulado según los datos de APM.


Al de poco de salir de Gernika, y tras un repecho que nos deja en Kortezubi, dejamos por un momento la carretera por la que pedaleamos para visitar el Urdaibai Bird Center, moderno museo sobre la naturaleza y en especial de las aves y sus migraciones y que es un magnífico observatorio hacia la marisma de Urdaibai.


Siguiendo este breve desvío, subimos por una zona de caseríos con bonitos murales en sus fachadas y luego pasamos junto al atractivo y vistoso Castillo de Arteaga (km 5), hoy reconvertido en hotel-restaurante de lujo.

 

Originariamente fue una casa torre allá por el siglo XIII, pero con el paso del tiempo fue deteriorándose hasta convertirse en una casa de labor. En 1856, Eugenia de Montijo, emperatriz y esposa de Napoleón III de Francia, propietaria del solar de Arteaga, ordenó la construcción del actual edificio. Del antiguo apenas quedan unos vestigios.

 

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Tras estas dos visitas, retomamos la carretera y tomamos el cruce hacia los arenales de Laida y Laga. Este tramo puede ser incómodo en los días de playa por el tráfico de coches. A nuestra izquierda tendremos todo el rato la Reserva de la Biosfera de Urdaibai. Preciosa.


En el km 12 de la ruta, alcanzamos la playa de Laida, que es muy amplia, sobre todo en marea baja, lo que permite grandes paseos por la arena. Llama la atención un “fosterito” en la terraza de un bar, que es como se llaman en Bilbao las entradas a las estaciones del Metro diseñado por Norman Foster.


Dejamos Laida y seguimos por una subida que nos permite disfrutar de la costa y de la Isla de Izaro, disputada siglos atrás entre Bermeo y Mundaka, con Elantxobe como árbitro, disputa que se revive todos los veranos en las fiestas de las Madalenas y en las que el alcalde o alcaldesa de Bermeo arroja una teja desde una embarcación diciendo que hasta allí llegan las goteras de Bermeo, ratificando así la propiedad del islote.

 


Una suave bajada nos deja en la playa de Laga (km 15,5), para muchos la más hermosa de todas las playas vascas al estar enmarcada por el impresionante resalte rocoso del monte Ogoño. Se están recuperando antiguas dunas y su vegetación.

 

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Siguiendo nuestro camino, llegamos al núcleo urbano de Ibarrangelu, al que pertenecen las dos playas que hemos visitado.

 

Desde aquí, bajamos al puerto de Elantxobe (km 21,3), un pequeño pueblo costero colgado literalmente del acantilado del monte Ogoño. Su calle principal presenta un desnivel importante adoquinado, por lo que no es accesible para las bicis, así que bajamos por la carretera que lleva al puerto y por donde debemos subir de nuevo. Ojo a esta subida, ya que, aunque solo es de algo más de un kilómetro, tiene rampas de hasta el 15%. La otra carretera que lleva a la parte alta del pueblo, por donde van los autobuses de línea, tiene como curiosidad un final en una plaza en la que hay una plataforma giratoria para que los autobuses den la vuelta, dado el poco espacio que hay.

 

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Otra curiosidad que llama la atención justo antes de llegar al puerto, es una piedra grande que está colocada sobre el muro que separa la carretera de la mar. Pues bien. Una placa nos dice que un fuerte temporal lanzó esa roca de 301 kg desde el fondo del mar a la carretera en 1990. Impresionante.


Tras volver del puerto, subimos hacia uno de los barrios altos de Ea, Natxitua, desde donde una rápida bajada, en la que hay que extremar las precauciones al llegar a la entrada del pueblo, nos deja en el coqueto y recogido núcleo urbano de Ea (km 27,2). Sus típicas casas de pescadores, su mínima playa y su recoleto puerto, que queda seco en marea baja, se visitan en diez minutos, pero es una gozada. A nuestro modo de ver, es una de las localidades costeras más entrañables de Bizkaia, así que, merece la pena internarnos en sus callejuelas hasta la playa, pasar uno de sus puentes y regresar por el otro margen del río Ea. Además, Ea tiene como curiosidad su corto nombre de dos vocales, que en el euskera local se pronuncia con otras dos: Ie.

 

Salimos en dirección a Lekeitio, pasando por Ispaster (km 32,5), donde vemos a la izquierda su interesante iglesia del siglo XV.


La bajada a Lekeitio la podemos hacer por la carretera vieja, por el barrio de Gardata, con apenas coches y algunas curvas divertidas, o por la nueva variante, más rápida.


En Lekeitio (km 38), iremos hasta la “tala”, como se conoce a la zona del rompeolas que hay frente a la Isla de Garraitz (o de San Nicolás), para regresar por el puerto, por la misma ruta que siguió la tercera etapa del Tour de Francia de 2023, el que salió de Bilbao.

 

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Si queremos alargar la ruta unos tres kilómetros, es interesante ir hasta el Faro de Santa Katalina por una carretera pegada a los acantilados. Es un paseo suave con buenas vistas.


Lekeitio, hasta hace unas pocas décadas, era un importante puerto pesquero de Bizkaia, pero su actividad pesquera fue decayendo hasta haber llegado a mínimos en la actualidad, con solo un atunero de bajura en funcionamiento. Como muchos otros puertos del Cantábrico, su uso es ahora mayormente deportivo. Testigo de un pasado glorioso, en el escudo de la villa aparece una ballena.


La playa de Lekeitio, junto a la plaza y la magnífica iglesia-basílica de la Asunción de Nuestra Señora, del siglo XV, gótico tardío y declarada Monumento Nacional, es la de Isuntza. Al otro lado del Lea, encontramos sin solución de continuidad la playa Salvaje y la playa de Karraspio, que pertenecen a Mendexa.


Desde Karraspio se puede acceder a pie en marea baja a la Isla de Garraitz, donde se están llevando a cabo prospecciones arqueológicas que están obteniendo resultados muy interesantes sobre la historia de este lugar.
Todo el casco urbano de Lekeitio merece una visita, ya que en él encontramos varias torres y palacios, entre los que destaca el de Uriarte, también Monumento Nacional. En sus fiestas sobresale el Día de Gansos, Antzar Eguna, que se celebra el 5 de septiembre desde hace muchos siglos. Según la enciclopedia Auñamendi sobre esta fiesta “la primera información que en archivos de Lekeitio se encuentra es de 1631, en la que se da cuenta de haber gastado en fiestas de la Virgen de agosto por compra de gansos”. 


Si bien hasta hace unas décadas se usaban gansos vivos, ya hace bastantes años que se colocaban ya muertos, para evitarles el sufrimiento, y luego, durante unos años, las cuadrillas podían elegir entre ganso muerto o ganso de plástico. Sin ninguna obligación institucional, hoy en día solo se usan gansos de plástico por decisión de las propias cuadrillas.


Salimos de Lekeitio por el puente sobre el río Lea, viendo antiguos astilleros de ribera y el viejo molino de mareas de Mariaerrota, y ya tomamos la serpenteante carretera de Ondarroa.

 

Llegamos a Ondarroa (km 51,5), otra villa marinera que es la única de Bizkaia, junto a Bermeo, que mantiene una importante industria pesquera.

 

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Es bien conocida en la comarca la rivalidad entre Lekeitio y Ondarroa por cuestiones territoriales, pesqueras o deportivas desde tiempos inmemoriales. Ya desde las guerras banderizas, allá por el siglo XIV, los señores feudales de Lekeitio eran del bando oñacino y los de Ondarroa, gamboínos. Este pique se mantiene hoy en día, sobre todo en forma de chistes que varían según quién los cuente.


Ondarroa dispone también de dos playas y un bello casco antiguo de trazado medieval declarado Bien Cultural, pero con casas relativamente recientes debido a los varios grandes incendios que sufrió en su historia. En cualquier caso, destaca su iglesia erigida sobre unas ciclópeas arcadas asentadas sobre la ribera del río Artibai.

 

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También se conservan un par de torres medievales. En Kamiñazpi, el último barrio de la villa por el que pasamos, encontramos unos grandes murales en las paredes de algunas casas, relacionados con el tema marinero. En 2023, uno de estos murales, que presenta unas rederas de Ondarroa, fue elegido como el tercer mural más bonito del mundo por la web especializada en arte urbano, Street Art Cities.


Siguiendo nuestro camino, al dejar atrás Ondarroa pasamos junto a la Torre de Aranzibia (km 55,5), una torre medieval del siglo XIV, quemada y derribada en 1443 en una de las muchas luchas banderizas. Hacia el 1500 se reedificó tal y como la vemos en la actualidad.


Pasamos Berriatua (km 57,6) en dirección a Markina. Hay que ir ahora con cuidado porque entramos en un tramo con cierto tráfico de coches durante unos kilómetros. Berriatua es una localidad rural. Su iglesia se erigió en el siglo XII, pero en el XVI fue reformada con el estilo renacentista que hoy presenta. Es un bello edificio. Frente a la plaza encontramos la atípica Casa Etxepintxoa, con la fachada decorada con unos frescos que le dan un aire centroeuropeo.


Seguimos rodando y dejamos atrás el cruce de Plazakola, donde empieza la subida a Milloi que separa este cruce de Lekeitio. Si no queremos hacer la ruta entera, desde Lekeitio podíamos haber acortado por Milloi unos trece kilómetros por esta carretera.


Antes de llegar a Markina, pasamos por Urberuaga (km 61). Si nadie nos advierte, es imposible adivinar que, a nuestra izquierda, donde ahora hay tanta vegetación, hubo un importante balneario, del que apenas queda nada. Tuvo su máximo esplendor entre finales del XIX y mediados del XX. Las inundaciones de 1983 lo destrozaron y aunque siguió como planta embotelladora, esta cerró en 1993.

 

Ermita con sorpresa

Llegamos ya a Markina, pero antes de entrar en el casco urbano, hacemos una pequeña vuelta por el campo de fútbol para llegar a la curiosa ermita de San Miguel de Arretxinaga (km 64,2).

 

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Su visita sorprenderá a quien no la conozca por las grandes rocas que hay en su interior, que nos harán preguntarnos cómo las pudieron meter. El edificio actual es del siglo XVIII, porque el antiguo (no se conoce su origen) estaba en ruinas. Además de por su interior, llama la atención su planta hexagonal y el tejado piramidal, algo inusual en la zona. Normalmente está abierta porque es paso del Camino de Santiago.


Tras esta curiosa parada, ya entramos en el casco urbano de Markina, otro importante pueblo de esta comarca del Lea-Artibai. Tiene un casco histórico pequeño y bien cuidado, con varias casas torre, palacios y casas señoriales. Este municipio se considera la cuna de la pelota vasca. Su frontón es mundialmente conocido como la “Universidad de la Pelota”, dada la cantidad de pelotaris de Cesta Punta de la zona que aquí se formaron para jugar en los frontones de Estados Unidos o Manila en los años gloriosos de esta modalidad de deporte de frontón.
Salimos de Markina y en el cruce de Iruzubieta (km 68) ya dejamos la carretera de tráfico para ir hasta Gernika por carreteras tranquilas, ideales para practicar nuestro deporte.

 

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Alcanzamos Bolibar (km 70), cuna de la familia de Simón Bolívar, conocido como el “Libertador de Venezuela, Colombia y Ecuador”. En la plaza encontramos un monumento donado por Venezuela en 1927 y un museo dedicado a este personaje histórico.

 

Nada más salir de Bolibar, tomamos un cruce a la izquierda para subir a la magnífica Colegiata de Ziortza (o Zenarruza), paso importante del Camino de Santiago de la costa. Nuestros amigos de APM explican muy bien el origen de este centro espiritual: “Cuenta la tradición que, el día de la Asunción del lejano año 968, cuando la gente del barrio de Gerrika (situado a un km en línea recta de Ziortza) asistía a misa, un águila tomó entre sus garras una calavera de un osario cercano y la dejó caer en el punto en que hoy se asienta la colegiata. Los fieles decidieron erigir allí una ermita, preludio de la actual iglesia que es del s. XV, de estilo gótico renacentista”. Este es el motivo por el que en el escudo de Ziortza aparezca un águila con una calavera.

 

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Tras la subida hasta allí (km 72,4), con alguna rampa un poco fuerte, se agradece un paseo tranquilo admirando el entorno y el claustro.


Bajamos de nuevo al cruce por el mismo camino y ya afrontamos la última subida del día, el ascenso a Gontzegaraigana, que lo coronamos sin más problema (km 77,2).

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La bajada nos deja en Munitibar (km 80), pueblo cabecero del valle del Río Lea que desemboca entre Lekeitio y Mendexa. En la plaza del pueblo podemos coger agua en la fuente donde una inscripción en euskera reza así: “Si tienes sed de agua, debes acudir aquí a menudo”.

 

 

 

 

Ya vamos terminando. Unos kilómetros de sube y baja nos conducen entre bonitos caseríos por una zona rural de una Bizkaia poco conocida hasta Gernika de nuevo, pasando por algunos pequeños núcleos de población, como Ajangiz, donde llama la atención el gran tamaño de su iglesia y el frontón de moderno diseño ubicado junto a ella.

 

 

 

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CONSEJOS

· EVITAR LOS DÍAS DE PLAYA EN LA ZONA DE LAIDA Y LAGA.
· OJO EN LA ZONA DE URBERUAGA-MARKINA POR EL TRÁFICO.
· PRECAUCIÓN EN LA ENTRADA A EA.

 

ALTERNATIVAS A LA RUTA PARA QUIEN PREFIERA ACORTARLA UN POCO

· NO HACER LOS DESVÍOS A ELANTXOBE Y A LA COLEGIATA DE ZENARRUZA. SE QUEDA EN 87 KM Y 1.340 M DE DESNIVEL.


· NO LLEGAR A ONDARROA Y PASAR DE LEKEITIO A BERRIATUA POR EL ALTO DE MILLOI. SON 79 KM Y 1.270 M.

· IR DIRECTO DE LEKEITIO A MUNITIBAR. SE QUEDA EN 69 KM Y UNOS 1.000 M.

 

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