
Si eres de las que vive en el norte, sabrás que a menudo tenemos que mirar el clima para poder planificar nuestras salidas en bici.
En invierno eso ya da un poco igual porque hará frío y casi seguro que llueva. Pero eso no es excusa para poder salir a rodar. Además, rodar en invierno tiene algunos beneficios que de los que puedes aprovecharte.
Aumentas el consumo de calorías y mejoras tu forma física
Cuanto más frío hace, más esfuerzo debe hacer nuestro cuerpo para mantenernos calientes. Si sales abrigada lo justo y pedaleas cerca de una hora a un ritmo vivo, estas aumentando tu rendimiento. Es justo lo que necesitamos en esta época del año. Como hay poca luz por la tarde, en una breve sesión has podido mejorar lo que en otra época te cuenta el doble. Procura evitar zonas de tráfico y llevar buenas luces para hacerte visible.
Adelantas tu entrenamiento para los eventos de primavera
Si eres de las que participa en marchas cicloturistas o haces viajes en bici, no es buena idea parar mucho en invierno, ya que tras ese parón, luego cuesta mucho volver a estar en forma. Mantenerse activa en invierno te va a permitir estar preparada en cualquier momento por lo que pueda pasar. Nunca sabes si tu próxima aventura está a la vuelta de la esquina. Ya sabes, que la vida te pille entrenada.
Mantienes la motivación
Hay sitios en el norte de España que pasamos semanas sin ver el sol. Eso desmotiva bastante. Pero si tienes un objetivo para lo que entrenarte, bien sea un viaje, una carrera o el mero hecho de estar en forma por la razón que quieras, te va a resultar más fácil ponerte una rutina y salir a rodar. Vale tanto ir al trabajo en bici como hacer rodillo. El caso es mantenerse activa. Mientras hay movimiento, hay motivación. De hecho, está demostrado que si un día no estás muy animada, el simple hecho de salir a montar en bici te va a dar ese empujón que necesitabas. Deja tus “deberes” y sal a cuidarte un poco. Ya sabes a lo que me refiero.
Mejoras el sistema inmune
Lo mejor es ir saliendo poco a poco en bici según van llegando los fríos para ir adaptándonos a él. Es mejor eso, que pegarte un mes sin salir, hacerlo una buena mañana a cinco grados y buscarte el trancazo del siglo. Así vas a ir ganando resistencia al frío e incluso podrás salir un día que haya nevado sin temor a enfriarte. Eso sí, ten cuidado con los resbalones y hazlo siempre en una zona sin peligro.
Es bueno para los desequilibrios hormonales
Algunas estamos en esa edad en la que tenemos ya trastornos hormonales y llevamos mejor el frío que el calor.
He leído que tanto en la peri menopausia como en la menopausia algunas mujeres reportan estos síntomas: irritabilidad, ansiedad, falta de deseo sexual o problemas durante las relaciones, pérdida de memoria, niebla mental, pérdida de masa ósea, sofocos, insomnio a media noche…
Está más que demostrado que hacer deporte y sobre todo salir en bici puede ayudarte con todo eso. Soportamos mejor el frío, dormimos mejor al estar cansadas, mejoramos la producción de serotonina, hormona de la felicidad, por estar haciendo algo que nos encanta, bajando los niveles de ansiedad y mejoramos nuestras masa muscular, sobre todo si lo combinas con un pequeño trabajo de fuerza. Y sobre todo, si lo haces en compañía, mejoras tus relaciones afectivas y salud emocional.
Sentirte realizada
El solo hecho de salir de noche, en días de frío o mal tiempo, todo un reto para muchas que aún no han probado lo de rodar a oscuras, salir de tu zona de confort, hacer algo que nunca has hecho, tu primera vez en la nieve o con lluvia, te va a dar un chute de energía que hará que te sientas realizada. Ya tienes la excusa perfecta para ir a la sauna o hacer una buena sesión de hidromasaje. Te lo mereces.